Así se gesta éste emprendimiento…

Les invitamos a conocer el ALMA de Jacaranda.


En el año 2009, la vida me da un giro inesperado…el peor que podía imaginarme…

Perdí a mi primera hija, AIXA. Luego de un embarazo deseado, soñado, maravilloso, lleno de salud.

Falleció a los 4 días de vida…

Conocí la profundidad del dolor en su máxima expresión…

Triste, sin aliento, sin posibilidades de mirar hacia adelante…solo ocupada de respirar, llorar…respirar para seguir llorando…

 Un día, mientras andaba por el barrio vi una plaza llena de árboles de Jacaranda…todos florecidos, las veredas llenas de colores…

…Después de mucho tiempo  donde todo estaba tan gris, pude apreciar los colores, sorprenderme de la belleza y quizá, hasta sonreír…

Fué en ese momento que decidimos con el Guille, germinar árboles, preparar la tierra y colocar allí las cenizas de Aixa…tan difícil…tan doloroso…

Compramos  macetas, armamos nuestros almácigos y salimos juntos a buscar semillas en esa plaza del barrio San Vicente.

Sin darme cuenta levantarme cada día tenía sentido…regar, cuidar, y mirar atentamente si aparecían los brotes…

Pasaba horas y horas haciendo transplantes de plantines, cambiando macetas, poniendo abono…

Algo se había movido dentro mío…estar en contacto con la tierra fue ( y sigue siendo)  mi terapia.

Como dije,  Aixa nos cambió el rumbo…hoy, después de tantos años puedo decir que nos MARCÓ el rumbo…

Nos mudamos a Alta Gracia buscando una casa con patio grande.

Seguiamos trasplantando nuestros árboles, a medida que iban creciendo. 

Comenzamos nuestra huerta, separamos la basura, bajamos la cantidad de residuos en la familia, cambiamos la manera de realizar las compras, eligiendo productos orgánicos, sin tanto envoltorio, productos sustentables para la casa, el baño, la cocina…

De a poquito, fue una necesidad, cambiar todo lo que estaba a nuestro alcance para respetar y cuidar a la Pacha…

Y cada día más…

Cuando el corazón se puso fuerte, en medio de tanto brote y tanta luz, llegó Lucián a nuestras vidas…

Hay tanto para contar de ese embarazo maravilloso (será en otro relato)…la verdad es que transcurrió lleno de amor, disfrute, ilusión y por supuesto que con algunos miedos, (muchísimos menos de los que me imaginé)

En ese momento, con la claridad en los cambios que incorporamos a nuestras vidas, no podía imaginarme tirar todos los días bolsas de pañales plásticos a la basura!

Ahí comienza mi aventura pañalera…

Era el año 2010, no existían los pañales de tela, ni moldes ni los insumos necesarios en Argentina. 

Supe que existían unos modernos en el exterior y no paré hasta conseguir uno. 

Yo iba a coser los pañales para mi hijo y no íbamos a usar descartables!

Recorrí todas las casas de telas, probé un montón y después de vaaarios intentos conseguí las telas apropiadas!

Médica, trabajando en un hospital público y en dispensarios,  haciendo guardias, cosiendo pañales,  lavando  pañales, dando la teta, cuidando los árboles, haciendo la huerta…

…todo eso… y lo que se venía gestando, iba saliendo a la luz…

Después de un tiempo, usando los pañales que me funcionaban mejor que los comprados,  me puse a dimensionar los miles de pañales que ahorraríamos, si fuéramos más familias, y me invadió la ilusión de poder difundir este proyecto.

Más familias…ahorrando miles de kilos de basura plástica!…

Esa cosquilla en la panza que siento cuando vuelvo a ese momento,  esa emoción de hacerlo posible, como cuando me propuse la loca idea de coser mis pañales de tela…esa mezcla de alegría con vértigo, con  emoción…se transformaron en la posibilidad de armar un emprendimiento lleno de PROPÓSITO…lleno de amor…

 

Y aquí estamos, luego de 13 años de atravesar las mil y una cosas (de medica a emprendedora, mucho aprendido y por aprender).

Nacieron 3 hijos varones hermosos, que por supuesto usaron 100% tela, y con cada uno, durante 2 o 3 años observamos, re-aprendimos, modificamos moldes, telas y demás.

Sabemos lo que vendemos, usamos, amamos  y probamos nuestros productos.

Siempre aprendiendo, transformando, creciendo…con la meta clara y la conciencia, de cuál  es nuestro propósito…AMOR y CUIDADO.

Hoy siento que aquella “locura”  fue una  pequeña semilla que se multiplicó en miles y miles  de emprendedores y de familias usuarias…

Y lo que más me emociona, es que ELLA, Aixa, está ahí… porque nunca se fue del todo…llegó a esta vida con una misión y nos la dejó encargada…

Todos los hijos llegan para enseñarnos algo…ella en esos poquitos días también lo hizo.

P:D: Aquellas semillas que germinamos hace tantos años, hoy adornan la vereda de mi casa, nos dan belleza, sombra, y oxígeno…cuanto aprendido…cuando para agradecer…

Antonella Sardi

Nuestra filosofía

Somos conscientes de la realidad de nuestro planeta y sentimos la necesidad de hacer
algo…Este mundo no es descartable!
Y el uso de los pañales de tela tiene gran impacto en la ecología: Ahorramos toneladas de
basura por cada niño usuario de Jacaranda.
Nuestro deseo es acercar cada día mas familias, al uso de la tela. Y junto a su compra, los
invitamos a plantar un árbol, enviándoles un mensajito con semillas de Jacaranda, para los que
se animen a germinarlas.
Porque pensamos que los verdaderos cambios se producen sumando pequeños gestos. Y que
el único modo de Educar a nuestros niños, es con el Ejemplo.
Te imaginás ver crecer a tus hijos y que junto a ellos, crezca un árbol, que en algún momento
puedan plantar juntos?
Que lindo sería que también nos multipliquemos las familias que plantamos árboles!
Ahí abajo poner fotos de mis arbolitos pequeños y después crecidos!

Los invitamos a sumarse al cambio!


Antonella Sardi
Pañales de Tela Jacaranda
2010-2020